29 Septiembre, 2011 - 23:37
De tener un acto de arbitrariedad o discriminación por una autoridad
de España, Pemex podría recurrir al Acuerdo de Protección y Promoción
Recíproca de Inversiones (APPRI) en el caso de la alianza que pretende
hacer con Sacyr para sindicar una participación de 29.8% en la petrolera
Repsol.
En ello coincidieron Carlos Bernal, profesor especializado en Derecho
Internacional del ITAM; Carlos Guzmán, director de ProMéxico, y
Gregorio Canales, especialista en México para la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
El miércoles, el Consejo de Administración de Repsol modificó el
reglamento de la empresa para quitarle a Pemex y Sacyr sus asientos en
el mismo, arguyendo conflicto de intereses, una acción que la
paraestatal mexicana impugnará.
Pemex tendría que esperar a que se agoten todas las instancias
locales; si hubiera confabulación, mala fe, decisiones arbitrarias o
actos discriminatorios de los tribunales locales, entonces sí podría
acogerse al APPRI.
“Si interviniera una instancia de gobierno, Pemex sí podría
inconformarse en el marco del APPRI y decir que hay una violación al
trato nacional que por garantía del acuerdo le debería otorgar; pero aún
no estamos en ese supuesto”, detalló Canales.
Guzmán consideró que el caso no ha afectado las relaciones
comerciales bilaterales o de inversión entre los dos países; mientras
que Bernal expuso que si se llegara a recurrir al APPRI, el caso se
dirimiría en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias entre
Inversionistas, con sede en Washington.
“El APPRI protege por una conducta atribuible al estado receptor de
la inversión que sea arbitraria o discriminatoria y que cause un daño a
la inversión”, sostuvo Alejandro Faya, director general de Inversión
Extranjera de la Secretaría de Economía.
REGULADOR ESPAÑOL NO ANALIZARÁ PACTO
La Comisión Nacional de Energía (CNE) de España no analizará el pacto
de accionistas mediante el cual la constructora Sacyr y Pemex unen su
participación de casi 30% en Repsol, porque aseveró que cumple con las
normas.
A principios de mes, Repsol había solicitado a la CNE que analizara
el acuerdo, al considerar que puede afectar a negocios regulados,
considerando que Pemex es una empresa no europea y la petrolera española
tiene intereses en empresas de electricidad y gas, principalmente Gas
Natural. La CNE planteó que las actividades de Gas Natural “no resultan
imputables como propias a Repsol (...) por cuanto Repsol y Gas Natural
Fenosa no forman parte, en sentido estricto, del mismo grupo
empresarial, en los términos en que éste viene definido por la
legislación mercantil”.
La apertura de una investigación por parte de la CNE habría alargado
el proceso de sindicación de las participaciones de Pemex y Sacyr, que
buscan mayor injerencia en la gestión de la petrolera española. (Con
información de Agencias).

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